Paneles solares, generadores eólicos o grupos electrógenos. Muchas empresas utilizan a diario distintos sistemas de alimentación energética para evitar depender exclusivamente del prestador del servicio público de red eléctrica. No sólo se utilizan estos sistemas en casos de cortes de provisión central sino como complementos para reducir costos en las funciones habituales. Los grupos electrógenos son una opción que consideran también en oficinas y hogares, donde la búsqueda de eficiencia conduce irremediablemente a las luces LED.
Los paneles solares y los generadores eólicos dependen principalmente de factores climáticos y ambientales, por lo que su aplicación es limitada: está condicionada por el espacio de instalación.
Por ejemplo, un local comercial “a la calle” ubicado en la planta baja de cualquier barrio céntrico de cualquier ciudad difícilmente obtenga resultados eficientes en la conversión de energía mediante el uso de paneles solares. Las edificaciones lindantes, los árboles y otros objetos obstaculizan la exposición de los paneles a la luz solar natural.
Por eso, el sistema más utilizado es el de los grupos electrógenos a base de combustible.
Qué grupo electrógeno necesito
Si te preguntas qué grupo electrógeno necesitas para una casa, oficina o empresa, existe gran cantidad de manuales e instructivos que nos asesoran en el cálculo y la selección del equipo para implementar una alimentación alternativa de la red eléctrica, en base al consumo requerido.
Aquí nos enfocaremos en las variantes en iluminación para optimizar esos sistemas de alimentación, con la prerrogativa del consumo inteligente y eficiente.
Con el uso de luces LED puedes lograr un ahorro mínimo del 50% en el consumo de energía destinada a la iluminación, frente a la luz fluorescente. Si lo contrastamos con la iluminación incandescente, el valor de ahorro asciende a 80-85%. Si consideramos que en el común de las instalaciones eléctricas la iluminación representa un 30% del consumo eléctrico general, utilizando iluminación LED lograremos ahorrar el 15% ó 25% del consumo general.
El margen recuperado puede ser destinado a la alimentación de otros artefactos cuyo uso comúnmente se restringe. También puede ser asignado como reserva o convertirse en el puntapié para que meditemos cambiar nuestro equipo por uno más pequeño, reduciendo así los costos de adquisición.
Además, la tecnología de iluminación fluorescente requiere cierto tiempo de precalentamiento para alcanzar una estabilidad, tanto en el consumo como en la intensidad lumínica. Este periodo implica un consumo mayor y una intensidad menor a la que se obtiene una vez que las lámparas fluorescentes se encuentran en estado de régimen permanente. En la iluminación LED, el encendido es inmediato y la intensidad lumínica y el consumo son constantes desde el momento inicial hasta que se apagan.
Esta estabilidad representa una enorme diferencia para el trabajo de los grupos electrógenos, ya que reduce los picos y fluctuaciones de consumo. Además protege la vida útil tanto de las luminarias como de los generadores.
Respuesta frente a altas y bajas de tensión
Otra ventaja que se obtiene con el uso de luces LED es que los sistemas generadores de energía suelen presentar variaciones en la tensión eléctrica, alteraciones de entre 185V y 235V. Al alimentarse mediante drivers (fuentes de alimentación reguladas electrónicamente), los productos LED poseen un estabilizador interno que mantiene constante las tensiones de alimentación, lo cual evita las variaciones en la intensidad lumínica.
Las variaciones o fluctuaciones pueden percibirse en el uso de luminarias incandescentes u otras tecnologías, principalmente al activar o desactivar otros dispositivos de consumo en la red, como heladeras o equipos de aire acondicionado. Al encenderse estos artefactos, los picos de tensión demandados son 2 ó 3 veces la potencia de consumo regular. Por ejemplo cuando se enciende un aire de 1000W consume un pico de entre 2000W y 3000W.
Nos ocurre pasar por debajo de luminaria incandescente y “sentir” un intenso calor en la parte superior de la cabeza. El calor generado por las luminarias que tengamos instaladas se adiciona a la temperatura ambiente, forzando a los equipos de aire acondicionado a estar en pleno funcionamiento. Como las luminarias LED no generan calor alguno, la temperatura ambiental no es afectada y los equipos de acondicionamiento pueden permanecer durante más tiempo en “stand by”, lo que colabora en el ahorro de energía. El beneficio se aplica tanto para el uso de generadores de energía como el uso de red eléctrica regular.
Así que ya lo sabes: las luces LED son las más eficientes para los grupos electrógenos. Consumen menos que las lámparas tradicionales, son de encendido inmediato y resisten los picos de tensión.
¿Alguna duda o consulta al respecto? Una visita a nuestro showroom es un buen momento para evacuarla. ¡Pide una cita con un simple click en la siguiente imagen!